La planta de Merey (Anacardium occidentale L.)


Esta planta perteneciente a la familia Anacardiaceae, conocida también, como Marañón o Cajuil, es un árbol autóctono originario del Amazonas denuestro Abya Yala tropical, de unos 5 a 7 metros de altura, con un tiempo de vida de unos 20 a 30 años, dando sus primeros frutos a los tres años de edad.
El fruto consta de dos partes, el seudofruto y la nuez, el primero es un engrosamiento jugoso del pedúnculo y la nuez, que es el fruto real, donde se localiza la semilla.
Para escoger las semillas para la siembra, es mejor seleccionarlas de aquellos árboles que produzcan una buena carga de frutos, separando la parte carnosa de la parte seca que contiene la semilla; se colocan estas últimas dentro de un envase y se cubren completamente con agua, aunque también se puede sembrar por estacas.

Se prepara la mezcla para sembrar, con una parte de tierra fértil, una parte de abono orgánico y  otra parte de ceniza.  Las semillas se siembran a unos 3 cm por debajo de la superficie y se debe regar inmediatamente y en 10 a 15 días ya estará creciendo la plántula, para trasplantarla en Luna Menguante, cuando los cotiledones se secan y se desprenden de la plántula.
Como la época de cosecha de merey, y por lo tanto es la época de disponibilidad de semillas, ocurre entre marzo a mayo, las plántulas podrían estar listas para la siembra para los meses de mayo y junio.
Los huecos para la siembra se abren en una dimensión de 50x50x50 cm, a una distancia de 10 metros entre hueco. El terreno seco y con una inclinación hacia el norte o al este, es ideal para la siembra.
Como es un árbol que extiende su copa de manera achaparrada, es un buen protector contra la erosión de suelos tropicales secos, que crece muy bien desde el nivel de la costa, hasta unos 750 m sobre el nivel del mar.
A la planta sembrada se le puede asperjar abono líquido cada dos lunas, en los primeros 8 meses. Después que las hojas secas se desprenden, aproximadamente en el mes de noviembre o diciembre, se debe picar la tierra alrededor de la planta, en un radio de unos 2 metros.  Agregar abono líquido cada año.  Las plantas sembradas por estacas podrán florecer en dos años, en cambio la obtenidas por semillas tardarán uno o dos años más.
Los seudofrutos pulposos se cosechan frescos, separándolos de las nueces.  Se debe cortar un pedazo cerca del pedúnculo y cocinar al vapor por unos minutos.  Se exprime el jugo y deja enfriar colocándolo en botellas para servir de inmediato.  El bagazo restante se cocina con papelón o melaza, para preparar una conserva.
Las nueces se secan al sol, hasta que queden doradas, con tendencia al color marrón. Se hace un corte que pueda separar la semilla interna, sin dañarla.  Luego se separa la cáscara dura y aceitosa de la semilla interna. Esta semillaa a su vez, está cubierta por una capa frágil, y para aflojar esta capa, se colocan las semillas en una bandeja dentro de un horno a 50°C, durante 3 horas. Luego, manualmente, se separa la capa seca, para obtener la semilla lista para el consumo.
La madera es buena para leña.  La corteza produce una resina gomosa que es repelente para insectos. 
De las cáscaras duras se extrae un aceite extremadamente caustico, que al ser aplicado sobre la madera, ésta no será atacada por las termitas, cuando se  aplica en el fondo de las embarcaciones de madera (curiaras, bongos, peñeros, etc.), con lo que se evita su deterioro. Como aceite también resiste altas temperaturas y se puede usar en la producción de liga de frenos y hasta para la fabricación de cohetes espaciales. La corteza tiene usos medicinales, y en particular para casos de diabetes, por su sabor astringente.


TESTIMONIOS SOBRE EL MEREY

La labor fundamental en este aparte del Calendario del Konuko abya Yala, es divulgar testimonios sobre quienes cultivan la práctica ancestral del Konuko, también damos cabida a expresiones artísticas que develen saberes sobre la luna,  y todo ese emerger espiritual que deriva en canciones, poemas, recetas y bregas propias de la actividad konukera. Emprendí, como hacemos mes a mes, solicitar a la gran familia del konuko y amistades, sus andanzas con el merey. Confieso que no fue fácil, sumado a mi condición de andar casi a tientas, que en algunos momentos llegué a pensar, la búsqueda sería infructuosa,  obteniendo en muchos casos respuestas como estas:  

“Hola mujer no tengo sobre relatos del merey, ando detrás de una semillas para sembrar” (Sonia Contreras)

Hoooola Laura, lamentablemente esa planta me ha sido esquiva toda la vida, aún no tengo ninguna buena experiencia con ella” (Hans Federico Campagna)
Otros ni siquiera me respondieron, un mutis casi que generalizado se apoderó de quienes siempre compartían sus saberes, me sentí como buscar  una aguja entre un pajar. Así, mi amigo Yasser Kasen, me escribió: “amo el merey, lamentablemente en oriente se vende la semilla y no se comen el fruto”. Eso me trajo recuerdos de  cuando trabajaba en una escuela rural como docente en el caserío Chaguarama, Villa de Cura, estado Aragua: unos estudiantes, siempre me regalaban unos frutitos pequeños de colores, que varían entre rojo, amarillo y naranja, que si bien eran deliciosos, por su ácido y dulce, resaltaba que estos se opacaban ante la sensación de astringencia que me invadía la boca, y que hacía me comiera cuando más, solo dos. Ellos me decían “¡Maestra!, el merey cura la garganta”, por lo que cada vez que tenía malestar en esa zona. Era obligado ir  al konuko de la escuela, donde unos chicos habían sembrado años antes una planta,  a  tomar un frutito, el cual me aliviaba y ciertamente me curaba.
Conocí un poco más del merey, cuando por razones laborales fui al estado Bolívar, donde probé un dulce delicioso, el mazapán de Merey, una mezcla de semilla de merey seca molida con azúcar de un nivel de delicia que considero extremo. Y bueno, en mis andanzas como bombonera fina artesanal, preparé dicho mazapán, para rellenar bombones de chocolate con las siguientes proporciones:

- 240 gramos de merey seco
- 430 gramos de azúcar
- 140 gramos de glucosa
- 190 cc de agua

Se muelen el merey y un tercio del azúcar, tantas veces hasta que quede una harina fina. Mezclar aparte el resto del azúcar con el agua hasta una temperatura de 110°C, añadir el jarabe de glucosa y la harina de merey en una batidora, en 1era velocidad. Mezclar constantemente hasta lograr el blanqueamiento de la masa. Extender luego la masa en una bandeja hasta que se enfríe. (Adaptación de receta de mazapán de almendras de recetario de curso de bombonería fina artesanal de Escuela de Chocolatería del alba.
Estos recuerdos, no me habían alejado de la misión que tenía: recopilar testimoniales sobre el merey. Y, ¡bingo!: me llegó una buena noticia del poeta y cocinero Oswaldo Del Nogal Infante, un excelente colaborador que frecuentemente nos aporta sus recetas a las distintas ediciones de este Calendario, mostrando una vez más, como la gastronomía venezolana se engalana en su esencia diversa al momento de explicitar su abanico de platos, así nos regala esta receta:

Arroz con Merey y Vegetales
Ingredientes
-           2 tallos grandes de cebollín
-           Un ¼ de repollo
-           1 pimentón
-           1 zanahoria
-           1 tallo de célery o apio España
-           2 cucharadas de ajonjolí tostado
-           3 cucharadas de aceite
-           2 ajís dulce o picante (opcional)
-           100 gr de merey
-           2 tazas de arroz blanco ya cocinado
-           1 taza grande de salsa de soya

Procedimiento:
Picar en diagonal el cebollín y el célery, y la zanahoria, el repollo, pimentón y el ají                 dulce en juliana (tiras)
Aparte se debe haber cocinado el arroz solamente con sal.
Picar groseramente el merey.

En una olla grande se lleva al fogón con el aceite, se van colocando los vegetales, comenzando con el más duro (en este caso la zanahoria), después el repollo y después con todos los demás. Una vez que se consiga una textura en boca (no muy blanda o muy dura, lo ideal es al dente) se coloca el arroz ya cocido y se procede a mezclar o unir todos los ingredientes. Por último se coloca la salsa de soya, el merey y el ajonjolí. Se deja cocinar 3 a 5 minutos para comer caliente y listo, a degustar.
Se puede acompañar con pollo a la plancha o alguna carne que sea de su agrado. De ser vegetariano o vegano, puede optar por vegetales salteados o gratinados en el horno.
Cantidad para 4 personas
Gracias infinitas Oswaldo, por tu donación gastronómica.

Preocupada por nutrir estos testimoniales, estuve tentada a buscar información sobre el merey en internet, cosa que finalmente no hice, pues no es nuestra práctica replicar información que otros han divulgado, sino ir a la fuente de quienes viven el proceso directamente. Así le pregunté a mi vecina y konukera Grace Cróquer si sabía algo sobre el merey, y me dijo: “¡Claro que sí!”.  Jimena (hermana de Grace)  prepara esa semilla de una mata que hay por aquí mismo, cosa que me sorprendió, pues no estaba enterada que en la urbanización donde vivo en Santa Cruz de Aragua existía un árbol sembrado. Me dije a mí misma que necesitaba conversar con ella. Su hermana me dijo que ella había cosechado varios el día anterior. Acordamos vernos el domingo 25 de marzo pero por razones ajenas fue imposible el encuentro, por lo que se pospuso para el 26 de marzo de 2018 ir hasta su casa y conocer directamente de la fuente esa experiencia.
Con el acuerdo pendiente de ir a entrevistarme con Jimena Cróquer, pensaba,  quienes practicamos el Konuko, nos sorprendemos con cada cosa que vemos en él, y cuando no lo tenemos, nos preocupamos e indagamos hasta más no poder;  es una curiosidad propia de quienes ejercemos la labor konukera, y cuando de una planta que no ha sido cultivada se trata, se despiertan los sentidos. Queremos palpar entre cada palabra que nos cuentan esos elementos que la constituyen; por ello, esta tarea me resultaba  sorprendente.


Preocupada además por la premura en culminar a tiempo esta faena, le comenté a mi amigo y Chef Michelangelo Tavalglione Quereigua,  si tenía alguna receta sobre el merey, y me dijo:  Puedes hacer dulce de merey”, y me envió esta receta:
“Cocinas la semilla de merey seco y tostado en poca agua a fuego lento (un kilo), hasta que ablande (2 horas). Después que ablande, se le coloca la misma cantidad de azúcar y se cocina hasta que se hace una melcocha.
La idea es que te quede como una mermelada con tropezones.
Puedes saborizar y odorizar con canela, ralladura de limón o de naranja, clavos de olor.
Me recomendándome, además, que con el merey se pueden hacer ensaladas, pero primero hay que trocear y caramelizar el merey y adiciona estos ejemplos:
- Ensalada de lechuga, con tomate, con vainitas y merey
- Se puede hacer un pollo relleno con una salsa que lleve merey, pero primero caramelizado y tostado para que se potencie el sabor del merey, para que salgan sus aceites.
Me dispuse el lunes 26 de marzo de 2018, a las 4: 30 pm, ir a la cita acordada con Jimena, libreta en mano, lápiz y grabador, toda una investigadora preparada con sus dispositivos de apoyo.
Ambas hermanas (Grace y Jimena) me recibieron con alegría, entre el departir un café y conversar previo de otros asuntos, le increpé: “Cómo es que tú aprendiste a preparar el merey”. Ella muy sonriente me dijo, que por razones de estudio sobre sanación, viajó por el oriente de Venezuela,  y vio cómo la gente vendía en unas bolsas grandotas el merey seco y tostado. “Me fijé que abrían las semillas con un cuchillo, y luego ponían a tostar la parte interna que luego embolsaban y vendían en las carreteras”, me dijo.
No conforme con el relato, procedió a buscar unas semillas que había cosechado en la comunidad e inició el proceso. Me dijo que en primer lugar la semilla se cosecha cuando ya el fruto está seco, se abre con un cuchillo (teniendo cuidado de evitar cortarse un dedo). Durante ese abrir fluye un aceite que según Jimena duerme la lengua. Luego de abrir varias semillas procedió a tostarlas a fuego lento durante un rato. Al enfriarse pudimos  compartir de ese gustoso merey. Luego, al terminar, fuimos a ver el árbol de Merey de la comunidad, un hermoso frutal al borde de una canal de riego, que con su hermoso verdor se muestra ante mi mirada curiosa. Así pudimos ver  el fruto apto para cosecharse, sus partes (hojas, flores, frutos), denotando además que brotaba savia de varias partes de sus tallos. Fue una magia saber y palpar la existencia de este árbol en mi comunidad.
Ya casi cerrando estos testimoniales, me vino a visitar un muchacho amigo de la familia, Manuel Herrera, un artista de calle, artesano y conectado con la naturaleza, quien se percató de los dibujos que hacía del merey. Le dije que eran para el trabajo del calendario que hacíamos todos los meses; le pareció interesante. Aproveché de indagar su experiencia con dicha planta y además me dijo: “¿Usted conoce la planta de la calle Uno?”. Le respondí que la acababa de conocer; le pregunté si había comido merey tostado. “Claro”, me contestó, “yo lo  preparé con merey de ese árbol”, y me explicó él procedimiento:
“Separo las semillas del fruto, no importando si está fresco o seco. Las pongo a tostar aproximadamente unos 45 minutos, en espacios abiertos, pues durante el tostado emana un aceite que es tóxico (el leyó que sirve como repelente). Cuando ya está negrita la semilla completa, se deja enfriar y parto esa cascara que la cubre. Dentro estará la semilla tostada lista para comer”.
Para mí fue un aprendizaje más, pues denoté al menos dos formas distintas de procesar lo de tostar el merey, cosa que me generó curiosidad para cuando me corresponda realizar dicho proceso.

  Pero como el merey también le da gusto al canto y al baile, nos envía esta bonita reseña la docente, cultora y konukera Mirtha Romero, desde el corazón del estado Bolívar, San Félix, quien nos refiere sobre la GUASA DEL MEREY
 El Merey Pasa'o. Esta diversión propia del estado Bolívar, con ritmo de guasa es referida al merey como fruto típico de la región: “Al momento del baile esta diversión es recreada por pregoneros que simulan vender diferentes dulces y formas de consumo.
Esta guasa,  muestra la importancia de esta fruta, y  fue recreada por Alejandro Vargas un cultor que llego a Cuidad Bolívar y empezó a trabajar con los pájaros de carnaval, donde fue incluyendo, distintos elementos de la naturaleza, como los peces del Orinoco (el valentón conocido como el LAU-LAU. la guitarrilla, la sapoara, entre otros), y no dejo por fuera el merey fruta que es  icono de la gastronomía de Guayana, preparado de distintas formas como:  el dulce de merey en almíbar, el merey pasa'o, que se prepara con clavos de olor, papelón y limón.

La Guasa Guayanesa: Es un género musical presente en muchos estados de Venezuela. Su origen lo encontramos en la danza cubana que al llegar al país recibió influencia de las manifestaciones musicales locales y asumió características propias. En el municipio Heres hay quienes afirman que es una especie de calipso más lento, pero la verdad es que el calipso fue una influencia más que le dio sabor guayanés a la guasa. Uno de los músicos que se encargó de darle este sabor fue Alejandro Vargas, cuyas melodías dieron mucho de qué hablar en la vieja Angostura.
Los instrumentos utilizados en la guasa guayanesa son en esencia: las maracas, el rayo, el cuatro y el tambor. La palabra "guasa" según el diccionario de la real academia es un vocablo de origen caribe, por tanto autóctono de América, y se traduce como algo gracioso, bullanguero. Ciertamente la palabra traduce el significado de esta música, que para muchos en Ciudad Bolívar es sinónimo de parrandón.

Particularmente, esta indagación sobre el merey me ha enamorado de esta planta, que ya quiero diseminar por donde vivo. Deseoo que deje de ser una inadvertida, que se muestre la plenitud de su naturaleza,  de sus bondades nutricionales y gastronómicas.
Esperamos que estos breves testimonios les haya ilustrado un poco sobre la planta del merey, que la inquietud y curiosidad sirvan para que por su cuenta emprendan su propia indagación de esta planta tropical,

Comentarios

  1. Hola felicidades por tu Blog. interesante todo lo que leí sobre el merey te cuento que tenia un terreno en la via de upata de Bolívar y habían como 10 matas de merey preparaba jugos los licuaba con agua y azúcar. muy rico y refrescante ....gracias por todas las recetas que compartiste

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    1. Muchas gracias por leernos, y nos agrada que le guste este trabajo, Esta planta es muy noble, adaptada a sus espacios, facil de reproducir y mantener, y con tantas buenas propiedades y usos

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