El recorrido cósmico del Sol visto desde nuestra Tierra y su relación con el clima de junio 2018

El viaje cósmico continúa fluyendo en nuestro recorrido helicoidal alrededor del Sol, en nuestra galaxia, la Vía Láctea, en este pequeño espacio del universo que nos toca transitar, en este lapso de tiempo el Sol en conjunto con la Luna Nueva, se observará transitando el espacio de la constelación Waikhasa (Tukano).

Para estos días, ya descenderá por completo bajo la horizontal en la poniente, la constelación Tamökan, de la nación Pemón, habitantes del escudo Guayanés, lo que les indica el último trayecto del tiempo Tamökan - Kompó del calendario Pemón,. Este ser mitológico señala en esta última fase la entrada en la profundidad del ciclo de lluvias, ya todo debe estar listo para que las semillas sembradas, puedan absorber esta agua bendita, y le permita crecer y dar frutos.

Este cielo también marca la temporada de huracanes, señalado por el dios Huracán maya, representado en la constelación del Corazón del cielo, como parte de la constelación occidental de Orión. Se espera que aumente el flujo de los vientos Sur-Oeste, provenientes de Brasil y Colombia, lo que trae consigo la disminución del oleaje en las costas del Mar Caribe.

También se ocultará en el poniente la constelación Sioyahpu (Tukano), habitantes de la Amazonía.  En este sentido es importante que observemos al cielo y tratemos de ubicar estas constelaciones (que describimos más adelante) y estar pendiente de llevar el registro de los cambios en cada uno de sus territorios, para lograr mejores precisiones de calendarios locales.

Para el final de este período será cerca de la constelación Mali (Pemón), donde el Sol toca el Oeste del horizonte al anochecer.

Las lluvias traen consigo el reverdecer de la vegetación, el brote de las hojas, la germinación de semillas y el crecimiento de las plantas y cultivos. También es el tiempo de la multiplicación de insectos, observándose hacia el atardecer nubes de hormigas y nubes de termitas aladas en faena reproductiva, donde puedan  sumergirse bandadas de golondrinas que vuelan y cantan sus alegrías a los cielos vespertinos, agradeciendo este banquete que les trae las lluvias y también se dan el festín de la hojarasca, muchos animalitos como los congorochos, cien pies, mil pies, ácaros, cucarachas, moscas y tantos otros bichitos subterráneos que celebran la vida.

La abundancia de hojas, insectos, semillas y frutos, brinda una abundante fuente de alimentos para muchos grupos de animales, representando una buena oportunidad para sustentar sus crías durante este período.

Sin embargo la abundancia del agua, aumenta la posibilidad de problemas en las pezuñas, cascos y patas de muchos animales. Así como la proliferación de insectos transmisores de enfermedades, como zancudos, chipos, tábanos, jejenes, y el aumento de bacterias transmisoras de enfermedades.

Para los Yekuanas, es tiempo de artesanías, ya cumplido su ciclo de siembra y la inundación del territorio, preparando herramientas y utensilios de utilidad para la caza, la pesca, la agricultura, para el uso personal y comunitario.

Estos movimientos de constelaciones siguen avanzando, y para la mitad del mes la estrella Murturu (Yuk´pa)  se acercará al poniente en estas tierras todavía secas de la Guajira, en la región fronteriza entre Colombia y Venezuela,  así como en toda la región costera al Mar Caribe, en las noches sin Luna, la Luna Nueva. 

El Solsticio

En el trayecto del movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, cuando el plano de movimiento de nuestro planeta se ubica a mayor distancia del plano de desplazamiento de nuestra estrella más cercana. Son momentos cósmicos que tienen una marcada repercusión en el clima, los seres vivos y todos los elementos de nuestra Tierra. 

En el Solsticio de este 21 junio el Sol en su ciclo anual, se observará emerger en el punto más alejado al Norte del Este, y en el anochecer la puesta de Sol ocurrirá en el punto más al norte del Oeste, es el punto donde da la impresión que el Sol se “detiene”, para regresar al punto Este en los amaneceres o al punto Oeste, de los atardeceres.   En el Hemisferio Norte, es decir en la mitad del planeta comprendido entre la línea ecuatorial y el polo norte, será irradiada en una mayor superficie, lo que provocará el día más largo y la noche más corta del año, donde se conoce como la estación de Verano; mientras que para el hemisferio Sur, es decir desde la línea ecuatorial hacia el Polo Sur, será irradiada en una menor superficie, y por lo tanto el día será el más corto y la noche la más larga del año, donde se conoce como la estación de Invierno.  Esto repercute considerablemente en las condiciones climáticas, opuestas para cada mitad del planeta, días muy cálidos al Norte y días muy fríos al Sur.  Estos tiempos se hacen más marcados en territorios más alejados de la línea ecuatorial, al extremo que en el Polo Norte tendrá un día de 24 horas y el Polo Sur una noche de 24 horas.

En el caso de la franja tropical, estos contrastes no son tan marcados, observándose en nuestro país una diferencia moderadamente perceptible en regiones ubicadas más al norte del territorio nacional, con cerca de 45 minutos de prolongación de la noche y de disminución de la luz diurna, reflejándose en un anochecer un poco más tardío y un amanecer un poco más tardío. Las condiciones climáticas son lluviosas y los cielos tenderán a verse cubiertos de nubes.  Sin embargo lo que si se manifiesta notablemente es la entrada en el corazón del período lluvioso, especialmente hacia la región amazónica, guayanés y andina.

          El 21 de junio, es la fecha de la celebración del año nuevo, para los pueblos del Sur del Abya Yala, las naciones andinas Aymara y Quechua celebran esta fecha, como el inicio de su calendario agrícola.  En nuestro continente la religión cristiana, trasladó esta celebración al 24 de junio, con la celebración de San Juan, pero en el fondo del pueblo es la celebración a las lluvias, y al inicio de sus calendarios agrícolas, celebración a la vida, tiempos de ritos y celebraciones por la fertilidad de la tierra que nos amamanta.