El Sol y el clima de septiembre 2018
El
Sol y la Luna, en su fase de Luna Nueva, coincidirán con el Sol el 9 de
septiembre.
En
este espacio cósmico, se acompañan en el mismo plano de movimiento El Sol y La
Tierra, este hecho astronómico es conocido como equinoccio, evento que ocurrirá
el día 23 de este mes.
Este
día de equinoccio marca cambios en los fenómenos climáticos, que en nuestra
región tropical se refleja con el inicio de la disminución de lluvias, a
excepción de las regiones andina y costera (Falcón, Lara, Miranda, Sucre y
Zulia) donde se continuarán incrementando las precipitaciones.
El
conocimiento de esta etapa astronómica lo manejan nuestras naciones originarias
y los konukeros, reconocible no sólo por las constelaciones visibles en el
cielo nocturno, sino también por ser una época marcada por lluvias acompañada
por truenos y relámpagos, que culminan alrededor de final de septiembre y
principio de octubre, fenómeno conocido como el Cordonazo de San Francisco (4
de octubre).
Es una
época de cosecha de cultivos como los cereales maíz y arroz, así como de
siembra y cuidados de cultivos de ciclo corto, de salida de lluvias, como
hortalizas, caraotas, frijoles, tapiramos, girasol, chícharos, chivatas, arroz,
de secano y calabacín, cucuza, melón, patilla, tomate, algodón. Tiempos de
abundancia de alimentos.
Por
esto es que para esta época son tiempos de celebraciones populares, como es el
caso de los ritos de agradecimientos de Las Turas, que ya se ha iniciado
durante el mes de agosto, con las Turas menores y que culmina el día 24, con la
Turas Mayores, en Mapararí y El Tural, al Sur del estado Falcón, y pueblos
aledaños al estado Lara, que es una celebración
agrícola-religiosa, herencia de las naciones Jirajara, Ayamanes y Gayones, que habitaban esta
región, para agradecer a sus Dioses y a la naturaleza, por las cosechas
recibidas. Es tiempo de compartir e
intercambiar alimentos y semillas, entre familias y pueblos cercanos.
El
clima da síntomas de mejorar la salubridad, para el territorio selvático
amazónico, donde sus habitantes comienzan a salir del encierro al que los
somete las continuas lluvias, las inundaciones, y los caminos enlodados; se
comienzan a entrever el Sol entre las nubes, las noches vuelve a vestir su
traje de estrellas que vuelan intermitentes en el fondo oscuro del cielo.
En
este período, ya muchas aves de la región de la cordillera costera y Andina han
completado su nidación y se podrán observar bandadas de ellas volando los
cielos, donde se incorporaran muchas aves migratorias que comenzaran a llegar
huyéndoles a la temporada fría del Norte. En tanto que en la región llanera
comienzan a eclosionar los huevos de muchas garzas.
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