La planta de Café




“Mi recuerdo más remoto, de cuando era niño, es el sonido del chorro de agua, para colar el café, muy tempranito en la mañana”
Emiro Rojas, 85 años.
La Trampa, estado Mérida, Venezuela.

  


El cafeto Coffea arabica, es la especie de planta más difundida, de la familia Rubiaceae, originaria de las montañas del Sur Oeste de Etiopía, país africano,  donde es considerada divina, enviada por su dios.  Originalmente se preparaba la bebida con la pulpa y las semillas de los frutos, con el que lograban una mayor vigilia.
Con Etiopía compartimos la franja tropical del Abya Ayala, desde el Norte del Sur, El Caribe, Centroamérica, hasta México, aunque actualmente se encuentra cultivado entre la franja tropical, entre 24° N (Cuba)  a 25° S (Brasil). Sin embargo en la medida que se encuentra más cercano al ecuador terrestre, la altitud donde cultivar el café, va a ser más importante,  ya que las altas temperaturas tropicales limitan el crecimiento y susceptibilidas.
El cafeto es un arbusto de 2 a 10 metros de altura,  perenne que se desarrolla de forma óptima en pisos entre 800 a 1600 msnm, con lluvias entre 1400 a 2000 mm/año, una temperatura media de 20 a 24 °C, con una humedad relativa alta entre 70 a 80%, requiere suelos franco a franco arenosos, profundos, ricos en materia orgánica y con buen drenaje, no tolerando períodos de sequía superiores a 4 meses. Puede rendir su máximo productivo durante 30 años, estimándose su primera cosecha abundante a partir de los 6 años de sembrada.
La distribución estacional de las lluvias influye los procesos de floración, crecimiento y maduración del fruto.  Lo ideal es una distribución de lluvias relativamente uniforme, con períodos de poca lluvia y de sequía corta, nunca mayor de 60 ó 70 días, especialmente antes de la floración.  Porque si la sequía es muy prolongada, se produce una fuerte caída de hojas, provocando la caída de las flores y frutos en formación, para poder dedicar sus reservas a la renovación de las hojas perdidas.  También las lluvias son importantes para la emergencia de nuevas ramas, que serán las responsables de la floración del año siguiente, y por lo tanto de ellas dependerá la producción de los frutos del siguiente ciclo productivo.
La propagación de la planta es por semillas, que deben ser seleccionadas de árboles sanos y con frutos bien formados, y deben ser procesadas el mismo día de la recolección. Las cerezas deben ser lavadas  en agua y se dejan flotar, para eliminar aquellas que flotan.  Posteriormente a los frutos buenos, que no flotan, se les debe quitar la pulpa que los cubre, y se dejan remojando por una 10 horas, luego se lavan con agua limpia, para eliminarles el mucílago que las cubre, si es necesario se lavan unas tres veces, eliminando los granos que floten.
Las semillas ya limpias, se secan a la sombra, en sitios aireados,  o al sol en cortos períodos de tiempo (antes de las 10 de la mañana o después de las 4 de la tarde).  Después del secado se hace la escogencia manual de la semilla, eliminando granos anormales, que no sea ovalada, o que no tenga su ranura recta.  La semilla ya seca, mantenida a condiciones naturales, en sitios ventilados y secos, con una humedad relativa superior al 70%, puede conservar su capacidad germinativa hasta por seis meses, después de la recolección, aunque mantenida en condiciones refrigeradas (10-12 °C) con humedad relativa superior a 60%, se mantendrá su potencial germinativo, hasta por un año.  Se recomienda ventilar la semillas una vez al mes y al momento de la siembra hacer pruebas de germinación.
 Al momento de seleccionar las semillas, antes de sembrarlas en los semilleros, estas se trillan a mano, para no dañar el embrión. Se siembran en semilleros, hasta que germinan y producen una nueva planta (fosforito o chapola), proceso que tarda unos 45 a 60 días.
Posteriormente, las chapolas son trasplantadas del semillero a las bolsas, donde las plántulas proseguirán  su crecimiento, mantenidas en condiciones de  vivero, por 4 a 7 meses, protegidas a la sombra, hasta el momento de su trasplante al terreno.  Por todo este tiempo trascurrido entre la germinación y el trasplante al terreno, es que debe tomarse la previsión de iniciar los semilleros en la época de cosecha, septiembre-octubre para disponer de plantas para el mes los meses mayo-junio, cuando se inician las lluvias.
Desde el punto de vista conservacionista, este cultivo, es común encontrarlo en laderas montañosas y en la cercanía de cabeceras de ríos, y por lo tanto previene la erosión superficial, especialmente el café tradicional, que requiere de árboles de sombra, que contribuye al aporte de materia orgánica y cobertura del suelo y por lo tanto de una mayor retención de agua en el suelo.

Usos del café en la medicina popular
Para el desmayo, se toma una infusión concentrada, también se utiliza una infusión a una concentración de 60 g/l.
En los casos que se necesite detener la sangre de las heridas, estas se lavan con la borra de café, recién colada y caliente.
Cuando se tiene una emergencia por baja tensión, se toma una tasita de infusión concentrada de café, en caso de emergencia.
En el caso de Paludismo, se toma al menos tres tazas diarias de infusión de frutos verdes, a razón de 20 g/l.

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