Los astros de diciembre 2019 desde la mirada del Abya yala y sus indicaciones
Entonces
en la escala de la tierra he subido
entre
la atroz maraña de las selvas perdidas
hasta
ti, Machu Pichu.
Alta
ciudad de piedras escalares,
por fin
morada del que lo terrestre
no
escondió en las dormidas vestiduras.
Ésta
fue la morada, éste es el sitio:
aquí
los anchos granos de maíz ascendieron
y
bajaron de nuevo como granizo rojo.
Aquí la
hebra dorada salió de la vicuña
a vestir
los amores, los túmulos, las madres,
el rey,
las oraciones, los guerreros. (…)
“Alturas de Machu
Pichu” (fragmento)
Pablo Neruda
Para el tiempo de la Quilla
del Capac Raymi, en los cielos Andinos en el cielo se observa en el momento en
que el Dios Inti ha cumplido su labor, en el anochecer, se dibuja La Llama
Negra, Una llama macho escondida en la zona oscurecida de la Hatun Mayu, la Vía
Láctea, en la proximidad de la constelación occidental de Cygnus (Cisne). Esta
es una de las configuraciones celestes, conocidas como las constelaciones
oscuras, que se forman en manchones oscuros, de la faja iluminada del centro de
la galaxia, el Hatun Mayu, o vía Láctea.
El inca Garcilaso de la
Vega, en sus Comentarios Reales, menciona: “… En la vía que los astrólogos llaman láctea,
en unas manchas negras que van por ella a la larga, quisieron imaginar que
había una figura de oveja con su cuerpo entero, que estaba amamantando a un
cordero. A mí me la quisieron mostrar,
diciendo: “Ves allí la cabeza de la oveja, ves acullá la cabeza del cordero
mamando, ves el cuerpo, brazos y piernas del uno y del otro”. Más yo no veía la figura, sino las manchas, y
debía de ser por no saberla imaginar.”, se refería a esta imagen de una llama.
La cultura inca identificaban
tres constelaciones que tenían que ver con las llamas: la Urcuchillay (los
machos) la Catuchillay (las hembras) y la Uñachillay (las crías), lo que
refleja la importancia de le daban a estos camélidos.
La carne de estos camélidos
regularmente se consume en las comunidades puneñas, tiene bajo nivel de
colesterol, aportando una llama normal, unos 25 kg de carne. Con el cuero les servía para elaborar
calzados, abrigos y alojamientos. Con sus lanas, podían tejer sus trajes,
estampados y bolsos de acabado fino.
Durante el imperio incaico,
todo el trasporte se realizaba con llamas y los límites del imperio
coincidieron con los límites ecológicos de las llamas. En las montañas andinas las llamas jugaron un
papel importante en el trasporte de pertrechos y alimentos, pudiendo caminar
unos 30 km diarios, trasportando 30 a 35 kg de carga.
Se calcula en muchos
millones la población de llamas que existían antes de la conquista europea, de
una calidad de fibra mucho mejor que las actuales, también sus poblaciones se
han visto bastante mermadas. Esto se
debe al descuido que se le dio al manejo de los rebaños y al cruce de las
variedades de fibra fina, pero también al ingreso de ganado vacuno y ovejal,
que ocuparon las planicies que anteriormente mantenía los rebaños de llamas,
vicuñas, guanacos y alpaca.
Llegándose al punto, en que
los conquistadores obligaban a las naciones originarias andinas a cambiar sus
rebaños de llamas y alpacas por ovejas, y de negarse eran encerrados en la
cárcel.
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