Constelaciones de junio 2019 con la mirada del Abya Yala
El
Cielo
Si
te ancaramás a un viejo ciprés
y
trepas por sus ramas,
verás
que la tirra
no
está lejos del cielo.
En
Momostenango
podrás
tocarlo.
Humberto
Ak´abal
En
el llamado “Manuscrito Anónimo de Huarochirí” de autor
desconocido y probablemente escrito hacia 1600, se puede saber que la
observación de la constelación Qollga, conocida en occidente como
Pléyades, era el mejor modo de diagnosticar el comportamiento del
clima y la cantidad de lluvias que debían llegar hacia octubre o
noviembre. Tales observaciones se realizaban en la primera
observación en el cielo de la mañana, antes de la salida del Sol,
que ocurre cada año entre la segunda y tercera semana del mes de
Junio, justamente antes del Inti Raymi, la gran fiesta del Sol:
“Cuando las estrellas de la Qollqa se veían grandes y brillantes
vendría un época de lluvias normales y por lo tanto buenas cosechas
para alegría de todos, pero si éstas se veían pequeñas y débiles
vendrían épocas de sufrimiento y de hambre”
Todavía
hoy en día, en muchas comunidades andinas donde hay agricultores con
una gran sensibilidad e intuición para estos trabajos, se hace la
observación de la Qollqa y si se presentan sus estrellas debilitadas
y sin mucho brillo entonces se sabe que las lluvias llegarán más
tarde de lo acostumbrado; por lo tanto, la siembra de la papa debe
hacerse más tarde de lo acostumbrado y asimismo tomar otras
estrategias para paliar la falta de lluvias tempranas o buscar otras
soluciones.
En
nuestro continente la religión cristiana, trasladó esta celebración
al 24 de junio, con la celebración de San Juan, pero en el fondo del
pueblo es la celebración a las lluvias, y al inicio de sus
calendarios agrícolas, celebración a la vida, tiempos de ritos y
celebraciones por la fertilidad de la tierra que nos amamanta.
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